Desde que inició el nuevo Ciclo Escolar, el maestro Horacio se dirige todas las mañanas al Café Internet de la colonia para poder impartir la clase a sus alumnos a través de Teams.
Esta nueva modalidad de trabajo docente no ha sido del todo fácil para Horacio, pues luego de casi 30 años de docencia, él ya tenía bien definido su método para enseñar a los estudiantes.
El segundo día de clases el maestro tuvo una serie de dificultades con el manejo de la plataforma, pues aún no se encontraba familiarizado con ella. Esta situación causó una frustración en él que podía apreciarse a simple vista.
Los alumnos de Horacio notaron los inconvenientes que estaba presentando, situación que aprovecharon dos de ellos para hacerle una broma. Rodrigo y Gilberto indicaron al maestro que para solucionar los problemas con la plataforma debía realizar una serie de acciones.
Horacio, confiando en que sus estudiantes conocen mejor el manejo de las aplicaciones, siguió los pasos que le indicaron; el resultado final fue que abandonó la sesión y su clase se vio interrumpida. Tras esta situación, varios los alumnos de la clase comenzaron a reirse mientras Horacio se reconectaba a la transmisión, además de que comenzaron a publicar memes en un grupo de WhatsApp, sobre la broma que sufrió su maestro.
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Así como el caso de Horacio, la violencia ejercida contra los docentes por parte de alumnos es una realidad cotidiana, que pocas veces se registra, pero que también forma parte de la violencia escolar.
Generalmente, las expresiones de violencia de los alumnos contra los maestros buscan evidenciar lo que desconocen, para exhibirlos; incluso, esta es una de las muchas maneras que tienen los alumnos de “desquitarse” de los profesores que han ejercido violencia contra ellos.
Como ves, la violencia escolar afecta tanto a alumnos como a docentes y repercute en el desempeño durante las clases, el ambiente escolar, además de afectar el entorno social y familiar de ambas partes.