El inicio de un nuevo ciclo: educación no violenta

El fin del verano significaba convencer a Gilberto y a Rosa de que este ciclo escolar sería una nueva oportunidad; para hacer amigos y para mejorar sus calificaciones.

 

El último ciclo había sido terrible para los niños y sus padres; la escena se repetía todos los días

-Gilberto, pon atención ¿cómo es posible que tu hermana ya terminó y tú no has empezado?

-Ay, ya estoy aburrido

-Pero no has hecho ningún ejercicio, vas a ser el más burro de la clase

-Pues ya lo soy, no me importa

Mientras Gilberto decía esto, le arrebató el lápiz a su hermana y derramó el jugo en su tarea

-Papá, Gil me está molestando

-Gilberto, ni servirte agua puedes… aprende un poco de tu hermana. Vas a reprobar toda tu vida.

 

Después de pensar sobre el comportamiento de sus hijos, se dieron cuenta que para Gilberto era difícil sentirse comparado con su hermana y eso lo hacía reaccionar contra ella.

 

 

También vieron que se distraía con explicaciones desmotivadas y necesitaba un ritmo distinto al de Rosa. Por lo que decidieron que las actividades escolares debían desarrollarse en un ambiente menos violento para los dos niños.

 

Es importante reconocer que, a pesar de estar bajo un mismo sistema educativo, cada niño reacciona de forma distinta; cuida la forma en que orientas, pues los niños pueden sentirse forzados, sufrir en su autoestima y replicar la violencia en otros niños.