Mi hijo Carlos enfermó de bronquitis y el médico le recetó un tratamiento que debía estar tomando durante 10 días. Como aún no llegaba la quincena, sólo adquirimos el medicamento necesario para la mitad del tratamiento. Una vez que tuvimos dinero, fui a la farmacia para comprar el que faltaba.
Como mi esposo no estaba en casa, porque ya regresó a la oficina, tuve que ir a la farmacia en combi, que se ubica a unas 10 cuadras de la casa, y pues lo hice para no gastar dinero de más, pues un taxi o algún servicio por aplicación no son tan baratos.
Luego de subirme a la combi, más o menos unas dos cuadras adelante, un sujeto muy sospechoso le hizo la parada a la combi, y enseguida de que se subió gritó:
— Ya se la saben pasaje… Saquen todo lo que traigan o me los vuelo
— No quiero ningún chistecito o que alguien se quiera pasar de lanza, porque va a valer gorro
— No te pares hasta que yo te diga, ¿eh, chofer?
— Echen todo, mochilas celulares y carteras
— A ver tú, presta tu reloj
— Párate aquí chofer, y cuando me baje te arrancas sin detenerte
En menos de dos minutos ese hombre –que no alcancé a distinguir por el cubrebocas-, nos había despojado de todo lo que traíamos, y como siempre, al único que no le hizo nada fue al chofer…
Después de eso sentí una frustración inmensa, pues además de quitarme el dinero con el que compraría las medicinas de Carlitos, también se llevó mi celular y el reloj que José –mi esposo-, me regaló en mi cumpleaños.
Luego de regresar a casa, y llamar a José para contarle lo que pasó y pedirle que él comprara el medicamento, acudí a levantar una denuncia por el robo, y luego de hacerme las preguntas de rigor, me dieron la misma respuesta que a casi todos los que hemos sido víctimas de este delito:
— Vamos a investigar, y si tenemos alguna información, le llamamos
Desafortunadamente, los asaltos en el transporte público son cada vez más frecuentes, pero eso no debe evitar que estemos preparadas y preparados para resguardar nuestra integridad.
Las cosas materiales nos cuestan mucho, y aunque no vale la pena arriesgar la vida para conservarlas, debemos tomar en cuenta que ante un asalto debemos saber cómo cuidarnos a nosotras y nosotros mismos para no arreisgarnos. Chécate estas recomendaciones:
- Mantén la calma
- Baja la mirada y haz caso a lo que diga el asaltante
- No pongas resistencia ni enfrentes a los ladrones
- No realices movimientos bruscos
- Cuando el delincuente escape no intentes seguirlo
- Desahógate. Cuando estés con alguien de tu confianza, platícalo.
Lo más importante ante estos actos es denunciar, pues para construir la seguridad de todas y todos, es necesario identificar las situaciones que producen inseguridad y actuar para resolverlas.
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