Todo es culpa de la gelatina

Margarita Lignan Camarena

Miércoles

Necesito contarte esta historia antes de reventar, es que mira, las cosas no pueden seguir siendo así, va a ser el cumpleaños número 70 de mi papá y nadie me hace caso en esta familia.

 

Nosotros vivimos acá en Celaya, el otro día vino mi hermana Jimena a contarme que su hija va a reprobar porque sencillamente no le gustan las clases en línea y no ha querido estudiar, yo ya le dije que debe ponerle límites porque así empiezan, dejando la escuela para luego meterse en no sé qué líos. Y luego Julián, mi hijo, que por más que le digo no tiene su cuarto en orden, como estudia de noche amanece en el escritorio la taza de café y el día completo está la cama a medio tender, nomás con la colcha aventada encima.

 

Para pasado mañana tengo que hacer una gelatina de cajeta para el festejo de mi papá, a él no le gusta el pastel, ni los postres, pero por lo menos una buena gelatina digo yo, claro que como va a ser para la fiesta, me busqué una receta en internet de una que es como jaspeada, no sabes, queda muy bonita, parece mármol; bueno, nunca la he hecho, pero ya vi cómo y parece fácil.

 

Jueves

Es que te digo que siempre es lo mismo, ahí vengo toda cansada de comprar el molde y los ingredientes para la gelatina, bueno peor, porque con el cochino tapabocas y la careta no puedo ni respirar. Ni acababa de dejar las cosas en la mesa cuando ya me estaba marcando una amiga, llore y llore porque va a ser el Festival de la fundación de acá; todos los años hay feria y muchos eventos muy bonitos, viene gente de todos lados, ella y su familia siempre venden buñuelos, pero como ahora todo va a ser virtual, dice que acabarán este año muertos de hambre y endeudados con los préstamos del banco; total la tranquilicé, como ves tengo que andar arreglando los problemas de todos; sin mi qué harían la verdad, como siempre les digo: “ruéguenle al cielo que les dure Carmelita”, o sea, yo.

 

Viernes 10 am

Ve nomás qué hora es, según yo bien temprano iba a empezar con lo de la gelatina, pero tuve que bajar con mi vecina que no tenía luz, resultó ser por un fusible y le llamé a don Moi, porque yo lo conozco y es de confianza; mi vecina decía que le iba a hablar a su primo, pero no, yo le insistí que don Moi es el efectivo.

 

Ya me voy a poner a hacer la gelatina, si no, no va a haber fiesta… ¡Julián, Julián!, a ver no andes haciendo de esos ejercicios, ya te dije que están muy fuertes para ti que ni entrenas nunca; tienes que empezar por algo más ligero; así recomiendan en la tele, mejor ponte un son como el del pitayero o el del pato para que me alegre.

 

Viernes 3 pm

Cochina gelatina no cuajó bien, además quedó toda manchada, no la hagas, parece una espantosa revoltura de todo, no mármol… ¡Ay no!, ¿ahora qué vamos a hacer?… ¡Cómo que no me preocupe!… Sí, ya sé que a tu abuelo no le gustan los postres, pero en todas las fiestas debe haber uno, si no, ¿cómo?

 

Viernes 6 pm

Puse la gelatina en hielo, ni la quiero sacar otra vez, ando bien estresada, con el dolor de cabeza a todo lo que da nomás de pensar en la dichosa gelatina; la de angustias que ando pasando yo siempre, y todavía tengo que echarle una llamada a mi hermana para que no vaya a estar peleando con su hija a media fiesta y acaben armando un sanquintín.

 

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Viernes 8 pm

Las gorditas de tierras negras que hizo mi hermana quedaron rete duras, tiesas, tiesas y mi papi no las pudo comer; además la salsa le quedó picosísima; es que Jimena siempre ha sido muy mala para cocinar, yo no sé en qué momento le encargamos la comida del festejo; si no hubiera sido porque nadie pensó en el postre, yo hubiera preparado la cena y segurito que salía mejor.

 

Sábado 1 am

La fiesta salió espantosa, Julián y su prima risa y risa como si no pasara nada, mi hermana acabó haciendo unos sándwiches echando a perder todo el plan y mi pobre papi sin su postre de cumpleaños. Me siento terrible, tanto que me esmero siempre, tanto que procuro a todos y nadie lo valora. ¡No puedo dormir por la migraña!

 

Julián

Ayer fue el cumple de mi abuelo, estuvo súper bien, nos reunimos nada más la familia, ya sabes, para cuidarnos. Estuve platicando con mi prima de lo de las clases en línea, ha estado peleando mucho con su mamá porque no le gustan, pero mira, yo ni me meto en eso, nomás la escucho; no son mis asuntos la verdad, mejor que ellas resuelvan. Lo que estuvo divertidísimo fue lo de la comida porque todo salió fatal, acabamos comiendo sándwiches, nos lo tomamos con humor, hasta el abuelo estuvo risa y risa, la única que hizo drama fue mi mamá, y es que la cosa era celebrar con el abuelo, lo vi muy contento de tenernos a todos reunidos. Otro dramón fue lo de la gelatina, mi mamá a fuerza quería llevar un postre y al abuelo ni le gustan, ya te lo imaginarás risa y risa de que sus hijas intentaron sus platillos estrella, pero no les salieron. Todos le dijimos a mi mamá que no se preocupara, pero es imposible, dice que siempre tiene que encargarse de todo y de todos; la verdad yo pienso que por eso siempre termina bien enojada, sin hablarnos y con dolor de cabeza.

Yo soy más de la idea de dejar que cada quien se ocupe y resuelva sus cosas de disfrutar el estar juntos y lo que sí tenemos sin tanto estrés ¿tú como lo ves?