Yo también decido

Margarita Lignan Camarena

¿Sabes? a mí desde niño sí me late este asunto de tener mi propia familia, ya hasta pensé qué nombres les voy a poner y a dónde los quiero llevar de viaje; claro, falta que consiga una novia que tenga los mismos planes ¿verdad? Y si no, pues les pondremos dobles nombres o algo así, ja ja.

A veces es como raro que los hombres hablemos de estas cosas, afortunadamente yo sí tengo la confianza de platicarlo con mis papás; pero así francamente entre cuates no es algo que se abra en la conversación; pero cuando veo tantas manifestaciones de mujeres luchando por sus derechos, acá secretamente te digo, yo también quisiera que los hombres nos pusiéramos pilas.

Ya sé que va a sonar medio raro, pero mi cuerpo también es mío y creo tener el derecho y la responsabilidad de decidir. Mira, en la escuela obvio nos echaron todo el rollo de los preservativos y las enfermedades sexuales y este tipo de cosas; pero siento que el asunto va más allá, mis papás por ejemplo, sí me hablaron de enfermedades y todo eso, pero me dejaron claro que la responsabilidad de cuidar mi cuerpo es mía, no de mi pareja, si yo no quiero tener hijos en este momento, debo de cuidarme y dejar de pensar que mi chava es la responsable de cuidarse o de llevar la cuenta.

Hay cosas bien difíciles que pasan con los hombres y que nunca se hablan, entonces es como si no pasaran, por ejemplo, y esto es muy difícil de contar, un amigo que tengo del kínder, cuyo nombre no diré, me confesó que cuando éramos chiquitos su tía lo tocaba y le hacía cosas, y él nunca ha dicho nada, porque en su mente, como es hombre, lo que le pasó no es abuso y según él no tiene derecho a decirlo porque “se va a ver mal”; pero yo noto que ahora nomás no puede con las chavas, como que quiere y no quiere, como que le gustan pero también le dan miedo o algo así.

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Tengo otro cuate, anónimo también, que ya es papá y por eso no pudo empezar la prepa con nosotros, él dice que su chava “le hizo trampa”, que le dijo que se estaba cuidando, pero no, ¡imagínate!, yo pienso que eso de dárselas de iluso no es pretexto; yo por ejemplo siempre me cuido porque yo soy el que no quiere hijos en este momento, no puedo encargarle a mi chava que se cuide por mí.

No sé, te digo, es como si los varones, al menos muchos de los que conozco, pensaran que su cuerpo es un ente que alguien más tiene que cuidar o algo que no importa; por eso pensé que los hombres también deberíamos hablar de estas cosas, porque si no, la solución más fácil que suelen encontrar es desaparecerse, como mi primo que ni sabemos dónde anda porque cuando su novia quedó embarazada él salió huyendo “para el otro lado”.

Los varones también debemos decidir quién nos puede tocar y de qué modo, con quién nos relacionamos y a qué grado, qué tipo de relación queremos tener y cuándo y con quien formar una familia, en vez de seguir dejando simplemente que las cosas pasen y luego poner de dizque remedio “la graciosa huida”.