¡Cómo han cambiado las cosas! Pensaba Gloria, cada que veía a sus hijos en las pantallas de la computadora y el celular, para poder continuar con sus estudios.
Antes de esta pandemia, ella había evitado que sus hijos, aún en la primaria, tuvieran acceso a internet. La verdad, encontraba útil las herramientas que existen, pero le asustaba que también tuvieran contacto con información que no pudieran procesar.
Sin embargo, ahora, muchas de las actividades que podían realizar se desarrollan en línea. Esto preocupaba mucho a Gloria; sabía que debía poner más atención a las actividades de sus hijos, mientras estaban frente a la pantalla, pero no podía estar, al mismo tiempo, cuidando de los dos.
Te puede interesar: Las niñas y niños no deben tener redes sociales
Ante la preocupación, Gloria investigó y se dio cuenta que poner filtros y candados de seguridad en su computadora y celulares, sería de gran apoyo. Pero lo más importante, era establecer diálogo con sus hijos y explicarles que el mundo de las redes sociales puede ser tan peligroso como las calles, por lo que deben cuidarse y no establecer contacto con extraños.
Uno de los primeros elementos que Gloria consideró fue que, ante cualquier búsqueda en línea, se pueden generar resultados que no sean apropiados para niños y niñas, por lo que es indispensable colocar candados en los dispositivos.
Afortunadamente ya existen espacios que pueden orientar a padres y educadores, como la Guía Gratuita de Google en la que se presentan problemáticas y posibles soluciones, de manera sencilla y entendible.
