Nubes de ansiedad: salud mental en adolescentes

 

Rodrigo no pensó que, al terminar la preparatoria, las vacaciones serían así.  Las últimas clases habían sido una pesadilla, todo lo veían en línea; el internet fallaba o se congelaba la pantalla; además, no se había despedido de sus compañeros y, aunque no lo decía, eso lo ponía triste.

 

La relación con su madre estaba en el peor momento, ya que ella le insistía en que debía estudiar o activarse: -¿Ya repasaste o estás pegado al juego?

 

Para evitar pensar, Rodrigo pasaba el día entre sus redes sociales y un juego que lo tenía atrapado hasta la madrugada, por lo que dormía casi hasta el mediodía.

 

Daniela, la madre de Rodrigo, se preocupó porque notaba que tenía horarios muy extraños pues, a pesar de que pasaba el día en su casa, no salía de su cuarto. Durante la comida apenas dejaba de mirar su celular, para ver la cuchara.

 

 

Daniela no sólo se inquietaba, sino que buscó ayuda en un grupo con compañeras de trabajo. Ese espacio le había servido para contarles. Después de unos días, recibió una notificación del grupo, le habían enviado un artículo para ayudarla.  Comenzó a leer:

 

-Organiza tu día y mantén una rutina

 

-Reconoce tus emociones y, exprésalas por medios creativos (haz tu cómic, o un video diario, etc.)

 

-Mantente en contacto con tus amigos de forma calendarizada

 

-Sigue aprendiendo: cursos de idiomas, talleres, tutoriales, etc.

 

Las redes sociales pueden ser una vía para que personas con malas intenciones lleguen a tus hijas e hijos.