Secuelas psicológicas
Lorena, con 25 años de edad, después de vivir en una relación de noviazgo violenta y dependiente, tuvo que asistir a terapias psicológicas ya que luego de la ruptura, empezó a tener actitudes que atentaban contra su salud: se aisló de todos, dejó de comer y en algún momento recurrió al consumo de drogas.
Lamentablemente, muchas veces las consecuencias psicológicas de la violencia no son tan visibles pero sí pueden llegar a ser mucho muy peligrosas porque pueden durar por un lapso de tiempo o el resto de la vida de la víctima, teniendo una mala salud para siempre.
Entre las secuelas psicológicas más comunes están:
- Baja autoestima
- Estrés postraumático o ansiedad
- Falta de esperanza
- Depresión y miedo
- Trastornos del sueño o alimenticios
“Debes saber que estas consecuencias pueden ser tratadas por un profesional lo que ayudará a la víctima a seguir adelante con su vida, sin embargo, también sirve muchísimo el apoyo de gente cercana, llámense amigos, familia o pareja”.
Así que si conoces a alguien que haya vivido violencia o tú mismo sientes que no has superado alguna situación de estas, puedes acudir a instituciones y lugares en dónde te guiarán y te brindarán lo necesario para trabajar con ello:
Hospital de las emociones, Asesoría psicológica, Ayuda para depresión.
