Patricia estaba entusiasmada por iniciar el año escolar. Conocer un grupo nuevo siempre da la oportunidad de crear otros lazos con sus alumnos.
Desde las primeras semanas, Patricia notó que sus estudiantes tenían problemas y parecía que se debía a algún juego en línea, donde competían niños contra niñas.
Algunas de sus alumnas le habían contado generalidades, pero nadie se atrevía a decir que se veían como enemigos en el grupo y el juego, ya había comenzado a distraer de la clase.
Pensó en una forma divertida para que los estudiantes tuvieran una mejor convivencia e inició la semana de los cuentos de hadas. Las actividades iniciarían con una reflexión en la escuela, pero dejaría tareas para que los padres también participaran.
En principio pidió que seleccionaran cinco cuentos conocidos por todos y que los recordaran, luego les pidió que, al contar el cuento, cambiaran a todos los hombres por mujeres y viceversa. La tarea, sería repetir este ejercicio con sus papás.
Durante la semana cambiaron los finales de los cuentos, también armaron los cuentos con valores positivos y situaciones actuales. Cada niño, con su familia, generó una nueva versión, algunos cantaron, otros hicieron dibujos o teatro.
Patricia encontró esta idea en un artículo y pudo mejorar las relaciones entre sus estudiantes y lograr que reflexionen, con su familia, sobre los roles de género en la actualidad.
Si quieres, como Patricia, crear esta dinámica, revisa este artículo de Ingrid Mosquera.
