En medio de la nueva normalidad, inicié el quinto semestre del bachillerato. Se rumora que en algunas semanas más podremos volver a las aulas, aunque no me siento del todo segura para hacerlo, pero bueno…
Las clases virtuales y las dinámicas en plataformas digitales se volvieron de lo más común, y cada tarea o proyecto, se tenía que realizar a través de estos medios.
En un principio, para mi fue algo muy entretenido y divertido, pues desde pequeña le tomé gusto a navegar por internet y me gusta involucrarme en el mundo de los gadgets. Hasta que una situación con un compañero me hizo sentir incómoda con este tipo de dinámicas…
Aarón, un compañero de clases con el que casi no había tenido comunicación, tomó como pretexto una tarea que debíamos realizar juntos para decirme que “le gustaba mucho”. La verdad no supe cómo responder, así que dejé que el comentario pasara desapercibido.
Al paso de unos minutos, Aarón me preguntó que, qué había pensado sobre el comentario que me hizo. A lo que le respondí que no estaba interesada en sostener una conversación personal, y que por favor nos enfocáramos sólo en el tema académico.
Al parecer mi respuesta no le quedó del todo clara a mi compañero, pues después de esto, él siguió insistiendo y empezó a decirme frases como:
“Estás muy guapa”, “hay que salir ¿o te pegan?”, “se ve que eres bien buena onda, me gustaría conocer un poco más”.
Además de estas frases -que me incomodaron bastante-, Aarón empezó a hacerme sentir insegura porque comenzó a comentar casi todas las fotos públicas de mis redes sociales, haciendo el mismo tipo de comentarios.
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No soporté más esta situación, así que decidí hablar con la maestra sobre lo que ocurría con Aarón. Ella tomó la decisión de cambiarme de equipo y me comentó que hablaría con mi compañero sobre el tipo de acciones que estaba realizando, pues se trataba de acoso. Después de eso, Aarón dejó de insistir y creo que comprendió que sus acciones no significaban un halago para mi.
El ciberacoso es una práctica que pueden sufrir tanto mujeres como hombres, y se ejerce -principalmente- en las redes sociales. Si eres víctima de este tipo de violencia, ¡no guardes silencio! Puedes solicitar ayuda a la Policía Cibernética de la Comisión Nacional de Seguridad, a través del teléfono 088, y no olvides platicarlo con alguien de tu confianza.