Conciencia de nuestra seguridad

Seguridad desde la solidaridad

En un mundo ideal, quisiéramos sentirnos seguros en la escuela, en el trabajo, en el transporte público y en nuestras casas; más allá de esto, también quisiéramos lo mismo para nuestros familiares y seres queridos.

La seguridad va más allá de una protección a nuestro cuerpo o integridad física; también tiene que ver con las acciones que llevamos a cabo en nuestras relaciones con las demás personas. Por ello, es importante reflexionar cómo es nuestro trato con los miembros de nuestra comunidad e identificar si empleamos la solidaridad y el trabajo conjunto en nuestra vida diaria.

“Una sociedad que no es indiferente a las necesidades de las personas,
es una sociedad comprometida”

En un entorno social podemos encontrar paz y seguridad siendo solidarios con el prójimo y realizando actividades para cuidar los unos de los otros. No podemos permanecer indiferentes a lo que acontece en nuestra comunidad, ya que formamos parte de ella, y cualquier acto que lesione, violente o dañe a miembros de ella también nos afecta.

Cuando estamos seguros tenemos paz, y esa paz también se refleja en nuestra comunidad.

La solidaridad, como un acto voluntario y consciente nos permite salir de nuestra esfera individual, así como entender las diferentes realidades que viven las demás personas. Desde nuestras posibilidades, podemos contribuir acercándonos y conociéndonos para identificar problemas comunes, proponer soluciones, y de esta manera generar una comunidad sustentable y segura.