¿Por qué no entiende?

Margarita Lignan Camarena

Paco era un torbellino, estaba cansada de pelear con él, nunca traía la tarea, en clase siempre hacía preguntas tontas para distraer, pasaba los exámenes de puro milagro y yo, como su maestra, me sentía en la obligación de hacerlo entrar en razón y ayudarlo a salir adelante.

 

Lo primero que pensé es que no tenía apoyo en su casa, me es muy dado pensar en que seguramente los papás no ponen límites, incluso los he llegado a juzgar tan duramente, que me he escuchado diciendo cosas como: “parece que no les interesan sus hijos”; pero siendo franca, yo también soy mamá de dos adolescentes, y aunque mi hija María siempre ha sido muy responsable, hace sus tareas de la casa y no se mete en mayores problemas, con la menor, Mónica, no ha sido lo mismo; también he tenido que ir a atender por ahí uno que otro reporte de su escuela y la verdad, no hace mucho caso a mis orientaciones, parece que sólo está dispuesta a aprender de sus propias experiencias.

 

Por supuesto que llamé a los papás de Paco, pero para pedirles que hiciéramos un frente común, no para una conversación en la que yo los culpara o me culparan, sino para acordar estrategias de apoyo para un joven que necesita a corto plazo hacerse cargo de sí mismo, y quien, de momento, no ve responsabilidad en nada; simplemente se lo toma todo como un juego.

 

El día de la cita me vi a mi misma en los gestos y palabras desesperados de su madre: “¿por qué no entiende?”, “ya no sé qué más hacer con él” y la frase que más me conmovió de todas “no quiero que acabe mal”. Su papá en cambio, estaba sumamente enojado, se movía ansioso de una esquina a otra de mi oficina, avergonzado por la conducta de su hijo decía cosas como: “¡estoy harto!”, “¡me las va a pagar!” y “es un irresponsable”.

 

Yo les expliqué cómo veía las cosas:

 

“Nuestros hijos también toman sus propias decisiones, lo hacen desde pequeños, los hermanos, aún siendo criados por los mismos padres, no siempre actúan igual; hemos aprendido que es mucho mejor la equidad que la igualdad, cada hijo y cada alumno necesita una guía diferente formarse con las mejores herramientas; pero al final, ellos tomarán sus decisiones, incluso equivocadas; frente a eso siempre podremos ofrecerles una mano que se limita a nuestras propias capacidades y aprendizajes, no podemos darles lo que no sabemos o no tenemos, y no somos culpables por ello.

 

Ahora bien, justamente considero que la clave está en una palabra que hemos mencionado: responsabilidad. Mientras sigamos tratando a Paco como un niño, él seguirá jugando”.

 

Trabajamos en una lluvia de ideas pensando en estrategias que podrían seguirse tanto en casa como en la escuela para dar a Paco responsabilidades, en lugar de andar tras de él con consejos que no escucha, castigos que desafía y límites que ve como retos.

 

En mi clase Paco ahora es jefe de grupo, me apoya con labores administrativas, no es opcional ni un premio, es una condición acordada con la dirección para ayudarlo; claro, a él le explicamos que el objetivo es “desarrollar su capacidad de liderazgo”. La idea es que comience a enfocarse hacia allá, en vez de sólo organizar el desorden. También está encargado de aprender una técnica de debates (ya que tanto le gusta alegar) para un taller que vamos a implementar como clase extra y qué él va a dirigir.

 

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Su papá me contó que a la mamá de Paco se le ocurrió pedirle que ayude a su hermana menor con las tareas, porque también va algo atrasada, aprovechando que “has tenido que agarrarle tu propio modo a la escuela” y el señor, ya no le da dinero para salidas, ni le compra cosas extra, en cambio le pidió apoyo a su compadre con un trabajo de medio tiempo para su hijo, en la tintorería.

 

No es que Paco no entendiera, es que lo tratábamos como a un niño, la irresponsabilidad justamente se subsana con responsabilidad y pudimos ayudar a este joven, con empatía y suma de voluntades, escuchándonos y valorándonos, en vez de descalificarnos y culparnos.

 

¿Tú, cómo ayudarías a un joven que pareciera incapaz de entender la responsabilidad?