Yoali Pérez Montesinos

El problema de violencia contra las mujeres es tan grave y complejo que en México y en el mundo se desarrollan múltiples y diversas estrategias para erradicarla. Las estrategias prioritarias se centran en las mujeres porque son ellas las que la padecen; sin embargo, también se han implementado acciones que fomentan la participación de los hombres en procesos de cambio1.

La participación de los hombres en la erradicación de la violencia contra las mujeres es indispensable porque esta se sostiene en un sistema patriarcal que se nutre de comportamientos machistas que responden a mandatos de masculinidad basada en el poder y la dominación.

En el caso de México los mandatos de masculinidad hegemónica dictan que los hombres deben ser fuertes, proveedores, competitivos, audaces, inteligentes, dominantes, heterosexuales, indolentes, autoritarios, jerárquicos y emocionalmente controlados2. Si bien la masculinidad hegemónica no es inherente a todos los hombres, es probable que muchos de ellos estén ejerciendo este tipo de masculinidad y, en ese sentido, es probable que muchos estén ejerciendo violencia contra las mujeres.

Te puede interesar: Transformar la masculinidad para prevenir la violencia

Por ello, es indispensable que los hombres participen activamente en acciones para erradicar la violencia contra las mujeres. ¿Cómo pueden hacerlo? acudiendo a talleres, grupos de discusión o terapias grupales que les ayuden a identificar los mandatos sociales en torno a los que construyen su masculinidad. Es importante que desarrollen procesos críticos y reflexivos que, más allá del conocimiento, les ayude a tomar conciencia de la responsabilidad colectiva que pueden asumir para erradicar la violencia contra las mujeres.

Dicha responsabilidad puede iniciarse de manera individual transformando comportamientos machistas de control y dominación3. Individualmente, también es posible realizar ejercicios de reflexión, critica y autoanálisis. ¿Cómo empezar? Si eres hombre y no puedes o no tienes ánimo o interés de participar en procesos

grupales podrías empezar escuchando. Escucha las vivencias de las mujeres e intenta imaginarte en la escena, ¿has hecho o presenciado un comportamiento que violente a una mujer? Por ejemplo, ¿las has mirado lascivamente?, ¿les has hecho comentarios obscenos? Cuestiónate ¿por qué lo hiciste?, ¿asumiste que podías hacerlo y que eso no dañaría a nadie? Otro ejemplo, ¿has recibido fotos de mujeres en un grupo de WhatsApp?, ¿cómo reaccionaste?, ¿te preguntaste si ella quería que vieras esa foto?

Dos preguntas más, ¿alguna vez sentiste la necesidad de demostrar que eres hombre?, ¿cómo lo demostraste?

Después reflexiona e identifica desigualdades. Piensa en las mujeres con las que has compartido espacios y reflexiona qué dificultades tuvieron ellas sólo por ser mujeres y qué facilidad tuviste tú por ser hombre. Por ejemplo, si tienes una hermana recuerda los tiempos en que ambos eran estudiantes, además de estudiar ¿tú y ella realizaban quehaceres domésticos en la misma medida? Existen muchos casos en los que las niñas y adolescentes lavan trastes y trapean mientras que los niños sacan la basura ¿conoces casos similares?

¿Tienes compañeras de trabajo? Reflexiona si ellas además de trabajar se responsabilizan de los quehaceres de su casa y del cuidado de hijas e hijos, ¿tú te responsabilizas de los quehaceres en la misma medida que ellas? ¿Vives con tu pareja?, ¿te has dado cuenta de la cantidad de trabajo que realiza ella en la casa?, ¿tú realizas la misma cantidad de quehaceres que ella? ¿tienes el mismo conocimiento que ella de las compras que se requieren para la casa? ¿tienes claro lo que comen tus hijas e hijos?

Ultima pregunta ¿cuándo te vistes eliges la ropa para evitar ser víctima de violencia sexual en la calle?.

Cada hombre tiene una historia de vida y sería imposible captar aquí todas las posibilidades en las que pudieron vivir desigualdades y todos los escenarios en los que se pudo ejercer violencia. Pero lo que aquí se propone es reflexionar e identificar aquellas desigualdades que representan desventajas para las mujeres y observar que tú como hombre no las impusiste, sino que estas responden a normas sociales que asignan tareas, roles y estereotipos a las mujeres y otras a los hombres.

Los hombres que reproducen desigualdades y ejercen violencia aprendieron a hacerlo a través de procesos sociales (no naturales) y por ello pueden involucrarse en otros procesos que les permitan deconstruir las creencias, comportamientos y estereotipos que contribuyen al ejercicio de violencia. Se trata de procesos generalmente largos, tan largos como los que estamos viviendo las mujeres para transformar nuestra situación de subordinación4.

Ser un hombre activo para la erradicación de la violencia contra las mujeres es posible, ello sería beneficio para los propios hombres y para el bienestar de todas las personas.

Como hombre puedes llevar a la práctica las siguientes recomendaciones; sin duda, con ello contribuirías a la erradicación de la violencia contra las mujeres y a transformar el sistema patriarcal:

  1. No justifiques la violencia contra las mujeres. La formar de vestir, de beber, de hablar, de bailar no justifica la violencia contra las mujeres. Tampoco es su culpa tener una pareja violenta, aunque sigan con él después de padecer episodios de violencia; la culpa no es de ellas. Es más enriquecedor invitar a los hombres que ejercen violencia a encontrar otras formas de canalizar sus emociones y de resolver conflictos.
  2. No evalúes los cuerpos de las mujeres. Señalamientos como “está guapa”, “está gorda”, “tiene buen cuerpo”, “tiene buen cuerpo, pero fea cara”, reproducen estereotipos de belleza que suelen dañar la autoestima de las mujeres, mermando su seguridad y confianza.
  3. No consumas contenidos audiovisuales o de ocio que cosifican a las mujeres. Las redes sociales o sitios web con fotografías de mujeres o con contenidos pornográficos devalúan a las mujeres porque las posicionan como un objeto cuya función es entretener o satisfacer. Además, esos sitios web contribuyen al funcionamiento de redes de trata de personas o tráfico de menores.
  4. Desmárcate de chistes y comentarios machistas. Además de ser ofensivos, este tipo de chistes perpetúan el sexismo presente en el imaginario colectivo que ridiculiza y desvaloriza a las mujeres. “Pareces vieja” “ya se puso nena” son frases que se utilizan para devaluar a una persona dando por hecho que ser mujer es ser inferior.
  5. Se responsable en tus relaciones de pareja. Ser infiel, mentir, ignorar, humillar o no reconocer los trabajos y logros de la persona con la que se sostiene una relación, genera daños en ella. La deshonestidad por parte de los hombres en las relaciones de pareja es un comportamiento machista que se fundamenta en el mandato de virilidad impuesto a los hombres por el sistema patriarcal. Construir relaciones amorosas basadas en la responsabilidad afectiva y cuidado mutuo es una vía para despatriarcalizar la masculinidad5.
  6. Escucha, cuestiónate, reflexiona, identifica desigualdades y transforma. Si no sabes cómo, lee de nuevo este texto.

La participación de los hombres en la erradicación de la violencia contra las mujeres es posible y necesaria ¡Súmate!

  1. Por ejemplo, las campañas “Hombres en Sana Convivencia: en esta contingencia, cuidar hace la diferencia”, “Dejemos de hacerlo” y “HeforShe”.
  2. Así lo plantea Vargas Urías en “Otro hombre es posible: gendes y los hombres en la igualdad de género” . Disponible en http:// doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2020.21.4.7. Los resultados de “La Caja de la Masculinidad, Un estudio sobre lo que significa ser hombre joven en Estados Unidos, el Reino Unido y México” coinciden con el planteamiento de Vargas.
  3. Conversatorio “Violencia domestica en tiempos de COVID”. Disponible en https://www.facebook.com/search/top/?q=casa%20chicha&epa=SEARCH_BOX
  4. Para comprender la subordinación de las mujeres puede leer https://vivemasseguro.org/el-patriarcado-se-puede-caer/
  5. Para profundizar en este planteamiento puedes consultar “La honestidad masculina y el amor romatico”, disponible en https://www.pikaramagazine.com/2017/06/honestidad-masculina-amor-romantico/

Referencias bibliográficas

  • INEGI. Encuesta Nacional sobre la Dinámica de Relaciones en los Hogares, 2016.
  • Vargas Urías, Mauro A. (2020). Otro hombre es posible: gendes y los hombres en la igualdad de género. Revista Digital Universitaria (rdu) 21(4) julio-agosto. doi: http:// doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2020.21.4.7.
  • Herrera, Coral (2017). La honestidad masculina y el amor romántico. Disponible en https://www.pikaramagazine.com/2017/06/honestidad-masculina-amor-romantico/
  • Heilman, Barker & Harrison (2017). LA CAJA DE LA. MASCULINIDAD: Un estudio sobre lo que significa ser hombre joven en Estados Unidos, el Reino Unido y México. Disponible en https://promundoglobal.org/wp-content/uploads/2017/03/PRO17003_report_ES_007.pdf
  • Xantomilla, Jessica (5 de marzo de 2020). ONU: Feminicidios en México crecieron diariamente de 7 a 10 en tres años. La Jornada. Recuperado de https://www.jornada.com.mx
  • México Evalúa (2020). La impunidad rampante. Recuperado de https://www.mexicoevalua.org/violencia-contra-la-mujer-los-datos-gritan-denuncia/.
Last modified: marzo 30, 2021