Practiquemos la empatía

Seamos más humanos

Desde hace algunos meses, seguro has escuchado una que otra noticia acerca de los inmigrantes: que si viene una nueva caravana, que si los detuvo la Guardia Nacional, que si abrieron un albergue, que si a muchos los han regresado, que si pidieron asilo, en fin.

 

Hombres, mujeres, adolescentes, niñas o niños, cruzan la frontera sur de nuestro país huyendo de la pobreza y con la esperanza de encontrar mayores oportunidades, menos violencia y mejor calidad de vida en Estados Unidos, sin embargo, en su paso por México, a veces se topan con muchos obstáculos.

 

En este momento, por ejemplo, cientos y cientos de personas se encuentran cansadas, enfermas, viviendo en las calles, siendo víctimas de la delincuencia organizada, durmiendo en el suelo, amontonados en algún albergue temporal, pasando hambre, sed, frío, caminando bajo la lluvia, aguantando el sol… viviendo con incertidumbre.

 

Imagina por un momento que la situación de violencia en tu colonia se pone tan fea que decides cambiarte a la colonia vecina que sabes que es más tranquila; al llegar, las personas de ahí te dan la espalda, te corren, no quieren rentarte ni un cuarto y por más que tú les explicas tu situación, no se ponen ni un poquito en tus zapatos… bueno, pues esto viven día con día los inmigrantes pero a una escala mucho mayor.

 

Si bien todo migrante sabe que el camino hacia donde sea que se dirija será duro, a veces la realidad supera por mucho lo que imaginan. Como todas las personas, ellos tienen derechos que deben respetarse por el simpe hecho de existir, sin embargo, sus derechos como el derecho a la libertad y al trato digno, a la protección de la salud o a la integridad y seguridad personal, se vulneran.

 

Y si a todo esto, le sumamos toda la intolerancia, el egoísmo y la apatía que a veces muestran algunas personas, la cosa se pone peor.

 

Por ello te invitamos a practicar la empatía, la solidaridad y la tolerancia; a deshacernos de estereotipos respecto a ellos y si podemos, echarles la mano con comida, agua o cobijas. Sabemos que en ocasiones puede no ser fácil adaptarte a personas nuevas, a circunstancias a las que no estamos acostumbradas pero hay que intentar; hoy por ellos, mañana por nosotros.

“Por ello te invitamos a practicar la empatía, la solidaridad y la tolerancia; a deshacernos de estereotipos respecto a ellos y si podemos, echarles la mano con comida, agua o cobijas. Sabemos que en ocasiones puede no ser fácil adaptarte a personas nuevas, a circunstancias a las que no estamos acostumbradas pero hay que intentar; hoy por ellos, mañana por nosotros.”.