Escrito por: Rossio Helena Jiménez Molina

Muchas de nuestras comunidades en México, están viviendo violencia, inseguridad, deterioro del tejido social, corrupción e ineficiencia en los sistemas de justicia y las acciones que implementan los gobiernos para atender los problemas no son suficientes; si no hay paz, no hay desarrollo sostenible, así lo establece la Agenda 2030.

En 2015, la mayoría de los líderes mundiales asistieron a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, con el objetivo de aprobar la Agenda para el Desarrollo Sostenible que incluye 17 objetivos. El objetivo 16 propone:

“Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas”.

Así, se asume que la paz es una condición necesaria para el desarrollo de nuestras comunidades, y el papel de las autoridades locales es fundamental para la construcción de estrategias de prevención y atención de la violencia, inseguridad, ineficiencia policial y de justicia.

En el caso de México, hay municipios que han trabajado para atender los problemas de gobernabilidad y paz de manera innovadora, tal es el caso de Tlalnepantla de Baz, del Estado de México, que creó el Área integradora de cultura de paz para atender los problemas que estaban afectando su gobernabilidad.

Área Integradora de Cultura de Paz

El Área integradora de cultura de paz tiene como misión dirigir y coordinar las acciones transversales y participativas para la cultura de paz. Así, desde 2016 y hasta el 2018 se llevaron a cabo acciones, por parte de todo el Gobierno municipal con todas las áreas municipales: Seguridad pública, Gobierno y participación ciudadana, Justicia municipal, Atención al ciudadano, Servicios urbanos, Mujeres, Educación, Cultura, Deporte, Jóvenes, Salud, entre otros. Todas ellas participaron para atender la seguridad y paz de las colonias, pueblos, fraccionamientos y unidades habitacionales con mayor violencia e inseguridad.

La estrategia

A partir de pautas y funciones sustantivas que quedaron plasmadas en el Código Municipal, se desarrolló la estrategia de Redes Vecinales de Seguridad, la cual se implementó sobre la base de cultura de paz de la Organización de las Naciones Unidas, especialmente las acciones de:

          • Resolver los conflictos sin recurrir a la violencia.
          • Apoyar medidas que promueven la comprensión, tolerancia y solidaridad entre todas las personas.
          • Promover la cultura de paz por medio de la educación y los valores que esta infunde.
          • Formular políticas públicas para la prevención del delito y las conductas antisociales.
          • Rechazar todas las expresiones de violencia, privilegiando el diálogo y la comunicación efectiva entre las personas.

Y así, con el objetivo principal de: “Preservar el orden, la convivencia, la seguridad, la justicia y la paz de la población…”, la estrategia de Redes Vecinales buscó fortalecer las capacidades ciudadanas de organización y gestión de problemas; por lo que se fomentó la creación de canales de comunicación para prevenir, reportar y denunciar delitos a través de diversos mecanismos, tales como reuniones vecinales, grupos de WhatsApp, aplicaciones para emergencias, entre otros.

Las redes permitieron hacer inteligencia social para saber cómo, cuándo y dónde se cometen los delitos, además de fortalecer mecanismos sociales para atender las violencias contra las mujeres y problemas de convivencia vecinal y comunitaria, así mismo a través de la transversalidad de las áreas, se implementaron procesos de intervención como mejoras urbanas, vinculación de la policía de proximidad con la ciudadanía y el desarrollo de actividades de las áreas de cultura, deportes, prevención del delito, educación, entre otros.

A través de esa estrategia transversal y participativa que permitió coordinar las acciones de las áreas que ejercen presupuestos o acciones en las comunidades, como es el caso de Deportes, Cultura, Justicia Cívica, Prevención del Delito, Instituto de las Mujeres, Educación, Servicios Urbanos, entre otros; y el impulso a la organización ciudadana a través de reuniones, donde participaban gobierno y ciudadanía, para involucrarse en los problemas de las comunidades, se logró disminuir la incidencia delictiva en 2018 (con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), a nivel local:

Incidencia delictiva del municipio de Tlanepantla de Baz

(Comparativo de número de delitos del fuero común entre 2017 vs 2018)

 

Fuente: Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Consultado en Febrero de 2019. Disponible en https://www.gob.mx/sesnsp/acciones-y-programas/incidencia-delictiva-del-fuero-comun-nueva-metodologia?state=published

Por ello, podemos decir que el éxito del Área integradora de cultura de paz se debe a que se desarrolló una normatividad en el Código Reglamentario del Municipio, que retomó la Agenda 2030, y la vinculó con diversos actores: servidores públicos, organismos auxiliares del gobierno municipal, representantes vecinales, organizaciones sociales, asociaciones civiles, grupos educativos, empresariales y de servicios, profesionistas y grupos organizados de la sociedad.

Esa suma de actores es y fue fundamental para llevar a cabo planes y programas con un carácter integral, transversal, interdisciplinario y participativo, y bajo ese criterio, en el Código Reglamentario se estableció que:

“Las estrategias de prevención del delito y de otras conductas antisociales, deben de promover políticas responsables y eficaces para mejorar la calidad de vida social y económica de las ciudades y por eso su aplicación es el primer imperativo de la justicia”.

Integrar un conjunto de acciones, con objetivos muy claros y tener como eje la transversalidad de las acciones, permitió el éxito de la estrategia y los resultados.

En conclusión, la transversalidad en las políticas públicas facilita el éxito en el desarrollo de estrategias y programas para la cultura de paz, debido a que:

        • Permite maximizar los recursos, porque se priorizan los polígonos de intervención (territorios prioritarios) a partir de diagnósticos,
        • se involucran a los actores gubernamentales y sociales,
        • así como se reducen los tiempos para obtener resultados medibles.

Pero fundamentalmente, la existencia del Área integradora de cultura de paz, demostró que la transversalidad es posible y que su existencia es de vital importancia para los gobiernos locales.

Last modified: septiembre 11, 2019