Entre 2011 y 2016, 33.4 % de las mujeres en el país sufrieron violencia obstétrica
Griselda y Silvia, mujeres originarias de Guerrero, cuentan que después de haber dado a luz se enteraron de que los médicos les pusieron el DIU; a ellas nunca se les avisó y por supuesto, nunca dieron su permiso…
Lo que vivieron ellas dos y viven muchas mujeres más en nuestro país, se llama violencia obstétrica y puede presentarse más veces de las que creemos.
La violencia obstétrica, se práctica durante el embarazo, parto y post parto, y por supuesto, es una violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres.
Por lo general, se manifiesta de las siguientes maneras:
- A la hora del parto, los médicos o enfermeras les dicen a las futuras mamás cosas como: “no seas quejumbrosa”, “aguántate, que ya sabías que iba a doler”, “mejor lo hubieras pensado antes” o “si no te callas no te atiendo”.
- Como con Griselda y Silvia, se han registrado casos en donde los médicos ponen métodos anticonceptivos sin autorización, practican ligaduras de trompas o también las presionan para que acepten los métodos bajo amenaza de quitarles apoyos sociales.
- En ocasiones, a pesar de no haber ninguna razón para ello, obligan a la mujer a practicarse cesáreas.
- Sin existir justificación médica le niegan a la mamá cargar y amamantar al bebé inmediatamente después de nacer.
- Niegan el servicio médico a una mujer embarazada ya sea antes del parto, durante o después de él.
Por pena o por lo humillante que a veces suele ser, no se denuncian estas malas prácticas, pero es necesario hacerlo.
“El IMSS o el ISSSTE cuentan con un Órgano interno de control, en donde podrás denunciar malos tratos en estas instituciones”.
¡Nadie tiene derecho a violentarte!