Alexander es un hombre de veinticinco años, proviene de una familia de cuatro hijos, donde su papá y él son los únicos hombres. El otro día una de sus hermanas llegó llorando porque fue víctima de tocamientos en el transporte público, luego de eso entendió que como hombres aún hay un largo camino que recorrer para lograr que las mujeres vivan seguras y libres de violencia. Desde hace meses promueve entre sus amistades, acciones para prevenir la violencia contra las mujeres. Una de ellas fue la coordinación con otros chavos de la escuela, para acercar a sus compañeras al metro o un sitio donde puedan tomar su transporte de forma segura, ya que salen tarde de la universidad.

Alexander nos comparte los siguientes puntos para ayudar en esta causa:

• Evitar comentarios misóginos y machistas. Reírse de estas situaciones también es una forma de replicar la violencia
•  Nada de enviar “packs”, pasarse las fotos de “X o Y chava”, es incorrecto, ya que vulnera y violenta a la persona que las envío porque no está dando su consentimiento.
• Romper con los estereotipos, haz conciencia de las frases que se usan cotidianamente, donde se ve a la mujer como el “sexo débil” como: “corres como niña”, “eres una niñita llorona”, “ni las viejas se quejan tanto”
• No hacer piropos, es incorrecto gritarles a las mujeres en la calle, o hacer comentarios sobre su vestimenta o cuerpo, como por ejemplo: “esa de rojo…”, “¿a dónde tan solita?”, eso es acoso y ninguna mujer por ningún motivo debe sentirse acosada, sin importar la ropa que use. Se trata de respeto
• No justificar más, si un hombre le falta al respeto a una mujer, debe hacerse responsable y no poner como pretexto que “estaba borracho” o “que era una bromita”, no hay justificación para la violencia, ni el acoso
• Respetar los espacios exclusivos, son espacios para mujeres y niños, de hecho, están marcados con mobiliario rosa y se promovieron con la finalidad de que las mujeres puedan viajar seguras y libres de acoso