Secuelas de una cultura del consumismo
¿Habías escuchado hablar del delito aspiracional? Según los expertos, este tipo de delito está motivado por la necesidad de “encajar” en la sociedad a través de los mismos bienes de consumo.
En otras palabras, ser aceptados por tener el teléfono celular más nuevo, las marcas de ropa de moda, los zapatos más costosos, el auto que te da prestigio, etc. y se desarrolla siempre en un contexto en donde existe desigualdad y falta de empleos de calidad.
Pertenecer y ser reconocidos para algunas personas puede ser tan importante que al no contar con los recursos para satisfacer sus aspiraciones materiales, están dispuestas a cometer algún delito para conseguir el objeto ambicionado.
Si un joven tiene que robar el teléfono más nuevo y costoso para encajar en los estándares de su grupo de amigos, ¿qué hicimos como sociedad para llegar ahí?, y lo más importante, ¿qué haremos para erradicarlo?
“Si como sociedad no reflexionamos lo que sucede, iremos siempre a la deriva”
Si bien el Estado tiene que hacer su parte atendiendo y previniendo este tipo de delitos, también tenemos que trabajar desde nuestro núcleo social para bajar su incidencia porque la construcción de seguridad es un trabajo de todos.
Sin duda, tenemos que inculcar valores, ser empáticos, generar aceptación entre los seres humanos sin estereotipos ni etiquetas, y dejar de valorar a las personas por lo que tienen sino por lo que son.
