Identifiquémosla
¿Has analizado cada una de las relaciones que tienes en casa? Esto es necesario para poder identificar y aceptar si existen o no actitudes en los otros que nos dañen y sobre todo, darnos cuenta si estas actitudes tienen la intención de lastimarnos.
¿Hay pellizcos, jalones del brazo, golpecitos, apodos como tontito o de plano se ignoran a propósito? ¡Cuidado!
Muchas veces se justifican comportamientos violentos porque llegan de alguien cercano o muy querido pero no es sano, y sí muy peligroso, que vivamos esto al interior del hogar.
¿Qué hacemos si queremos cambiar esto?
- Siempre expresa lo que sientes; ¿alguien te hace sentir mal con un comentario?, ¡háblalo! mediante el diálogo respetuoso y la tolerancia podemos solucionar conflictos y problemas.
- Tratemos a los demás con respeto, justo como nos gustaría ser tratados.
- No aceptes la violencia bajo ninguna circunstancia; una vez que dejas pasar alguna actitud violenta, comienza un proceso de normalización de la situación, es decir, piensas que no fue tan malo, te acostumbras, y lo peor, lo replicas con otras personas.
- Infórmate; al conocer del tema, es más fácil identificar patrones y prevenir situaciones de riesgo.
- En caso de que lo creas necesario, platícaselo a alguien más y busca ayuda.
“La violencia puede estar escondida bajo distintas formas y es más frecuente de lo que se cree. Muchas veces nos callamos para no generar problemas pero para acabar con ella, primero hay que aceptar que existe, hablarlo y trabajar en el cambio. ¡No tengas miedo!”.