Autolesiones: otra forma de violencia

¿Las más afectadas? Nuestras juventudes

Cada una y uno de nosotros hemos pasado alguna vez por momentos estresantes, tristes y llenos de frustración, ¿recuerdas el más reciente? Pues bueno, ante los sentimientos que generan situaciones complicadas, todos reaccionamos de distintas maneras y para muchos, no deja más que la experiencia; sin embargo, existe otro gran número de personas que llegan a lastimarse a sí mismos, alcanzando incluso, a terminar con su vida.

 

¿Sabías que estas personas también están ejerciendo violencia?

Este tipo de violencia se denomina autoinfligida y es aquella que se presenta cuando te lesionas, por ejemplo, con una cuchilla en alguna de tus extremidades, tienes pensamientos suicidas recurrentes o atentas contra tu propia vida.

Este tipo de actos, vienen generalmente acompañados de problemas como la depresión, baja autoestima, trastornos anímicos o sentimientos sumamente negativos como la desesperanza.

 

Tan sólo en México, según datos del INEGI, en 2016, ocurrieron 6,291 muertes por lesiones autoinfligidas, ¿muchísimas, no? De estas, 5,116 eran hombres, y tenían una edad de entre 20 a 29 años.

“El que hombres y mujeres jóvenes con todo un futuro por delante estén atentando contra sí mismos nos debería de poner a reflexionar como sociedad: ¿las ideas que tenemos de la juventud, los estereotipos que reproducimos o las formas de relacionarnos con ellos están contribuyendo de alguna manera a que esto suceda?, ¿por qué se ven orillados a atentar contra sí?, ¿podemos prevenirlo?”.

Si alguien cercano a ti, principalmente joven, tiene algún problema que veas que le afecta demasiado, si te dice que está triste o que no sabe qué hacer, ¡escúchalo!, y por nada del mundo minimices lo que le sucede, recuerda que no todos le damos la misma importancia a todas las situaciones.

 

Los problemas familiares, el desempleo, la depresión, la ansiedad y hasta un corazón roto, pueden orillar a alguien a lastimarse, por eso es importante que puedas brindar tu ayuda y de ser el caso, acercarlos a instituciones como los Hospitales de las emociones en CDMX, el Instituto Mexicano de la juventud, Locatel o la UNAM, que brindan orientación psicológica telefónica o presencial, según el caso.

 

¡Procuremos el bienestar de nuestras y nuestros jóvenes!