Por: Margarita Lignan Camarena
Apenas dijeron “pandemia” y don Julián, el del 4, fue a traer montañas de papel de baño; la señora Lupita, la del 10, llegó a su casa con dos costales de jabón en polvo y una caja de botellas de cloro; Teo, la portera, fue a la farmacia de genéricos por otra cajita de su medicina para la presión y trajo también una bolsita de frijoles y otra de arroz; y Raúl y su papá, los del 2, corrieron al súper por unas cajas de cerveza; jaja, noooo, si cada quien es el que es en esta cuarentena.
Pusieron mis clases de la secu en línea, al principio fue un mega relajo; sobre todo para los profes, y para mi mamá que tiene convertida la sala en oficina-escuela; pero ya le agarramos la onda bastante bien. La neta me empecé a aburrir un poco en las tardes, demasiada tarea; pero nos pusimos a hacer retos en Tik Tok, hasta el profe de álgebra le entró…No inventes, ya hasta se volvió trending topic con su “baile de los chilaquiles madrugadores”.
Lo que sí ha estado difícil es lo de Vero, o sea, quiere que vaya a verla en plena cuarentena ¿cómo crees?; yo la llamo y le digo que la quiero y le mando florecitas virtuales, pero si no le contesto de volada un mensaje, ya me está armando un santo panchote… Y dicen que van a alargar más la cuarentena… ¡Puf! Veremos cuánto resiste este amor, porque si no es del bueno no creo que aguante hasta el fin de la pandemia.
Pero bueno, te cuento, que se me ocurrió una idea genial…No inventes, hasta me emociono de platicarte, checa nomás; que me pongo de cursi, o muy pro, como quieras verlo, y que bajo a la entrada del edifico a poner un pizarrón blanco que tenía por ahí y un plumón, amarrado obvio, porque ya ves que no falta que se lo vuelan, y escribí.
“Vecino, te invito a jugar “Sorpresas de cuarentena” aquí están las reglas:
- Todos ponemos afuera de nuestro depto una cajita o huacal.
- Cada quien puede anotar en este pizarrón algo que necesita o desea (claro, que los demás le podamos conseguir) y el número de su depto.
- Quien pueda le deja en su cajita aquello que pidió, sin decir quién fue.
¡Hagamos alegre este encierro!”
Neta pensé que me iban a tirar de a loco, hasta mi mamá me lo dijo; pero qué crees que pasó.
Primero, súper obvio, nadie escribió nada, pero sí estaban las cajitas afuera de las puertas, jajaja, esperanzados en sus regalos; luego alguien escribió así muy formal “Estimados vecinos: si alguno me puede por favor vender un poco de papel de baño, para no tener que salir” y ¡zaz! que aparece un paquetón en su huacal como si fuera día de Navidad; y luego un jueves que aparecen ¡flanes para todos en vasitos!; esto era como jugar “amigo secreto” en la escuela, pero mucho mejor porque los vecinos se aplican más que los compas con los regalos. Entonces que empiezan a aparecer pedidos más raros como “alguien que me ayude a hacer una video llamada a mi hijo que está en Estados Unidos” y por supuesto yo fui, con mi cel, mi tapabocas y todo.
Y mejoró aún más, un domingo que aparecen taquitos de huevo con chorizo y de chicharrón en salsa verde en las puertas y más tarde, una cervecita por departamento, jajaja y mi mamá que no creía que funcionaría.
Doña Lupita hizo una variante al juego, así de su propio impulso, se puso a depurar un montón de tiliches de su depto y que saca una cajota y la dejó en la puerta del edificio con un letrero de “Tomen lo que les sirva”; cada quien iba a agarrar lo que le convenía, por turnos, obvio; para no amontonarnos, nos asomábamos primero a ver que no hubiera nadie. Todo en muy buen estado eso sí, bien consciente doña Lupita de que era para nosotros; había unas cosas muy curiosas que ni sabía yo lo que eran, mi mamá me dijo “esto es un abre latas”, jaja, ve nomás, antes tenían que andar abriendo las latas con una como mini sierra que da vueltas, qué loco; pero bueno. Yo me traje una cajita de música con unos novios abrazados en una banquita dando vueltas, ohhhhh, ya sé que es muy fresa pero es para que Vero me quiera otra vez, aunque no la haya visto en la cuarentena; ya lo limpié muy bien y le hice un moño; como se me hizo súper buen detalle, le fui a dejar a Doña Lupita una plantita de menta de las que siembra mi mamá, al fin tiene muchas, no creo que le afecte.
Pos eso te quería compartir, que mi idea de “Sorpresas de cuarentena” resultó bastante buena, hace que la gente salga mucho menos y se divierta más, hasta hay como un clima de fiesta porque todos esperan a ver qué les aparece en su cajita, pero ¿sabes que es lo más chido?, que también todos nomás andan planeando lo que van a dar. Al principio, cuando dijeron “pandemia” ni nos hablábamos, como si nomás de vernos nos fuéramos a infectar. Pero ahora nos sonreímos y nos saludamos por las ventanas… Creo que algunas cosas de la cuarentena las voy a extrañar.
En países como España y Estados Unidos se están empleando aplicaciones como Next door, enfocadas en crear redes vecinales de apoyo tanto en situaciones cotidianas como de emergencia. En México el estrés ante la pandemia nos está llevando desafortunadamente a conductas de aislamiento o incluso de agresividad entre vecinos.
Las organizaciones vecinales, de tipo popular, que promueven la participación social son ejes claves para el desarrollo de una cultura democrática y participativa. ¡Promuévelas en tu localidad!