Lunes por la mañana, Verónica va retrasada para cubrir el evento municipal que se le asignó en la agenda del día, ya que en la escuela de su hija la detuvieron unos minutos para señalarle algunos incumplimientos de tareas por parte de Brenda.
El reloj marcaba las 09:05 y Vero llegó justo cuando estaba iniciando el evento al cual también asistió el Gobernador, y por obvias razones no debía perder ningún detalle de la ceremonia.
El evento concluyó sin novedad y Vero se trasladó a la redacción para armar la nota que debía estar lista antes de las 14:00 horas. Al salir del periódico Verónica se dirigió a recoger a Brenda, pues habían acordado comer en el centro comercial.
Al llegar al lugar en el que comerían, Vero se percató que el establecimiento no cumplía con las medidas necesarias de Protección Civil, por lo que decidió hacer un artículo sobre esta situación.
El reportaje fue publicado en la edición del martes y en los siguientes días Vero y su familia comenzaron a sufrir amenazas relacionadas con el reportaje del centro comercial.
El caso de Vero y la situación que padecen las y los periodistas a nivel mundial no es ajeno al contexto de crisis de derechos humanos que vive el resto de la ciudadanía y que está severamente marcada por la impunidad y corrupción.
La libertad de expresión y el periodismo especialmente en México se han convertido en un frente de resistencia, atacado desde los ámbitos políticos, económicos, criminales o gubernamentales, por lo que las y los periodistas cada día ejercen su labor sin garantías y con un alto riesgo.
En el marco del Día Internacional de la Libertad de Prensa, es de suma importancia que las autoridades emprendan los cambios necesarios para la atención de los delitos contra las y los comunicadores que van desde amenazas y pueden llegar hasta la privación de la vida. De acuerdo con Artículo 19, la ineficiencia de las autoridades ha contribuido a que durante 2019 el índice de impunidad en las agresiones contra la prensa se mantuviera en un 99.13%.
La libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales, ya que es esencial en la preservación del respeto y promoción de todos los derechos humanos, luchar por ella nos corresponde a todas y todos.