Corría la madrugada de un martes, el reloj marcaba aproximadamente las 02:45 cuando de pronto el telefono comenzó a sonar. Rápidamente me levanté de la cama para contestar y una voz sollozando comenzó a escucharse. Era Martha, una compañera del trabajo con quien ya tengo varios años de convivencia.

Entre lagrimas y lamentos no alcanzaba en entender lo que Martha trataba de decirme, por lo que le pedí que se tranquilizara un poco y al paso de unos cuantos segundos entendí qué era lo que estaba pasando.

Una vez más la pareja de Martha empezó a tener acciones violentas contra ella y sus hijos. No era la primera ocasión; en la oficina teníamos conocimiento de que en repetidas oportunidades, Rodrigo –la pareja de Martha– violentaba a su familia al grado de mandar a ella al hospital.

Sin pensarlo dos veces, decidí pedir un Uber para mi amiga y sus hijos para que pudieran salir de su casa y vinieran a mi departamento a fin de estar a salvo.

Al llegar a mi domicilio, Martha empezó a contarme que durante la cuarentena que vivimos, las agresiones por parte de Rodrigo contra ella y sus hijos se elevaron de forma drastica. Ya que al estar juntos 24/7, él en repetidas ocasiones los violenta de forma verbal y fisisca.

Justamente durante la tarde previa a la llamada de Martha, leí un informe de la Secretaría de Gobernación (Segob), en el que se señala que durante la cuarentena por la pandemia de Coronavirus, se ha registrado un aumento de entre 30 y 100 por ciento de denuncias en México por casos de violencia familiar.

Además, tuve conocimiento que el Gobierno de la Ciudad de México y el Consejo Ciudadano presentaron la campaña “No estás sola”, en apoyo a las mujeres y menores víctimas de violencia durante el confinamiento por el brote del COVID-19. Por lo que recomendé a Martha llamar a la “Línea Mujer” al 55 55 33 55 33.

Durante la llamada Martha recibió atención integral y acompañamiento por parte de las autoridades, para denunciar las agresiones de las que es víctima por parte de su pareja.