Ingrediente clave en la prevención de la violencia
Las niñas y niños que están expuestos a contextos violentos, tienden a desarrollar las mismas conductas porque una de sus principales formas de aprendizaje es la imitación. Si queremos romper con esto debemos eliminar ciertas actitudes desde casa.
Lo anterior se dice fácil, pero no siempre es sencillo.
Si tenemos niños cerca, hay que estar conscientes de que somos observados en todo momento.
¿De qué actitudes hablamos?
Evitemos perder la paciencia a tal grado de ser violentos con nuestra pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo y con todos los que nos rodean, no gritemos, golpeemos ni usemos palabras ofensivas para “solucionar” conflictos.
De hacerlo, todo será registrado y aprendido por las niñas y los niños que hay en casa, y si se enfrentan con una situación similar, querrán resolver el problema de la misma manera. Insultos, burlas, gritos, apodos despectivos y golpes deben desaparecer de tu hogar.