Los mejores

Margarita Lignan Camarena

 

Hoy tuve una junta importantísima, presenté un proyecto para organizar a los nuevos equipos de ventas, a mi jefa le gustó mucho; la verdad es que le eché todas las ganas, espero que me consideren para la coordinación que quedó vacante ahora que se fue Esteban.

 

  • Luis, ¿qué crees? Mi jefa está encantada con el proyecto que le presenté.
  • ¿Cuál?, ¿el power point que estabas haciendo anoche?
  • No es sólo una presentación, es todo un proyecto para trabajar estratégicamente con los equipos de ventas; llevo un mes contándote de esto.
  • Pues yo voy a prepararme algo de cenar porque ya me quiero ir a acostar, estoy súper cansado, en el trabajo he tenido que hacer negociaciones estratégicas con varios líderes empresariales.
  • Bueno, si quieres entre los dos preparamos la cena, porque luego tú cocinas cosas muy grasosas y eso no nos hace bien.
  • No, no cocino cosas grasosas, lo que pasa es que a mí me gusta la comida, pues ¿cómo te digo?, no así tan simplona… mejorcita digamos, por eso le pongo aceite de olivo.

 

Yo creo que mi proyecto no es cualquier cosa, hasta de tanto que aprendí haciéndolo, he considerado en dar un curso o pequeño taller en línea; quizá en la empresa de Luis les interese.

 

  • Oye cariño, ¿tú crees que puedas ponerme en contacto con tu gerente de ventas?, es que fíjate que se me ocurrió que puedo dar talleres de cómo estructurar un proyecto para un equipo de ventas, ¿estaría padre no?
  • Ay Raquel, la compañía donde yo trabajo es muy importante, acá se contratan capacitadores de renombre; digo discúlpame, pero no confundamos una cosa con otra.

 

Ya no sé cómo convencer a Luis de que lo que hago en mi trabajo tiene mucha calidad. La verdad es que a veces me desespero porque quisiera que me admirara tanto como yo a él, pero por más que le ponga las cosas en la cara parece que no las ve y eso me hace sentir lastimada y enojada al mismo tiempo; me da mucha desesperación no poderle hacer ver lo mucho que valgo.

 

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  • Bye cariño, que tengas buen día en el trabajo… Oye Luis ¿qué no es muy temprano?, dijiste que ya no ibas a fumar y ya estás fumando otra vez; además estás subiendo de peso, eso es porque no comes saludablemente, deberías hacerlo como yo, que preparo desde la noche mi comida para llevar cosas saludables a la oficina y no andar comiendo cualquier cosa en la calle.
  • Pues ya veré qué como porque yo sí tengo muchísima presión en el trabajo y no puedo estar perdiendo el tiempo en nimiedades.

Nuestra pequeña se llama Estefany, la queremos mucho; como ya volvimos los dos a la oficina, la estamos dejando con su tía, hermana de Luis, en lo que la escuela vuelve a la normalidad y la recogemos en la noche. No somos como otros papás que dejan a sus hijos solos, nosotros sí hacemos las cosas bien.

 

  • Te portas bien con tu tía, por favor te tomas tu agua simple, no vayas a tomar agua de limón porque tu tía le echa azúcar y eso hace daño; ya sabes que ellos no se cuidan como nosotros.
  • ¿Puedo dar la vuelta con ellos cuando paseen a Toby?, al fin traigo mi careta.
  • Sí pero primero haces tu tarea toda completita, porque tienes que ser la mejor en la escuela.

 

Los viernes, cuando regresamos a casa, hacemos el aseo, porque en estos tiempos las casas deben estar muy limpias para no contagiarnos de nada; cada quien tiene sus funciones, bueno supuestamente, porque a Luis le toca aspirar, pero suele no llegar temprano los viernes porque dice que su trabajo sí es de muchísima responsabilidad y demasiado demandante, y que por eso merece salir un rato.

 

  • A ver peque, no sigas limpiando sin enjuagar el trapo porque así se pasan las bacterias de un lugar a otro en vez de limpiar. Mira, ven a ver cómo tallo las manijas del lavabo, ¿ves? Mi mamá me enseñó así, con carbonato, limón y una lija; no como tu tía que creo que todo lo limpia con el jabón de trapear. Así tendremos la mejor casa, la más limpia.
  • Oye mami, ¿te puedo preguntar una cosa?
  • ¡Claro hermosa!, tú y yo siempre hemos tenido una excelente comunicación, dime.
  • Bueno es que… papá y tú son los mejores en sus trabajos ¿no?
  • Así es
  • ¿Y tenemos la mejor casa de todas?
  • Bueno, no la mejor, pero sí la cuidamos como debe hacerse.
  • ¿Y hacemos todo bien y no todo mal como mi tía?
  • Bueno, yo no digo eso, cada quien tiene sus costumbres; pero siempre debemos buscar ser los mejores en lo que sea que hagamos.
  • Pero papá y tú pelean todo el tiempo, dime una cosa mami, ¿podemos ser los mejores en todo, pero también podemos ser felices?

 

¿Te has obsesionado alguna vez con la idea de ser el mejor o la mejor en algo?, ¿cómo te hace sentir el competir con otros en todo momento?, ¿cómo crees que se sienten las otras personas cuando les hacemos ver que somos mejores?,¿has pensado que quizá hemos dado demasiado valor a la competitividad y que ésta puede ser una forma de violencia?