Atendiendo las nuevas y no tan nuevas generaciones
Seguramente has escuchado que entre las poblaciones más vulnerables de la sociedad se encuentran los niños y adultos mayores. Pero, ¿por qué se dice que están en estado de vulnerabilidad social? ¿Qué estamos haciendo por ellos? ¿Cómo contribuimos a brindarles el apoyo que necesitan?
La vulnerabilidad social se define como la desprotección de un grupo cuando enfrenta daños potenciales a su salud, amenazas a la satisfacción de sus necesidades y violación a sus derechos por no contar con recursos personales, sociales y legales (Guerrero y Yépez, 2015)
Nuestra sociedad de consumo al considerar que las personas deben producir bienes y servicios deja de lado las necesidades de la etapa de vida por la que pasa cada ser humano. Desde ese punto de vista, pareciera que los niños y las personas de la tercera edad no aportan algo a la sociedad, y que sólo consumen recursos porque no son una población económicamente activa. Podrá parecer muy frío ese pensamiento, pero es la idea que en ocasiones se puede presentar.
Para garantizar la seguridad de niños y adultos mayores es importante preguntarnos ¿qué necesitan en su etapa de desarrollo?, ¿qué tipos de cuidados y responsabilidades requieren? y, ¿cómo y a quiénes involucramos en la satisfacción de sus necesidades?
“Un niño libre y amado es la base de un adulto libre y responsable de sí mismo y de otros”
En la familia, todos podemos aportar a su bienestar además de organizarnos para impulsar, apoyar y mejorar leyes que tomen en cuenta las etapas de desarrollo de los individuos, y en particular de los niños y los adultos de la tercera edad para velar por su seguridad en el hogar, en el trabajo, en las calles y cualquier espacio de convivencia, necesitamos protegerlos.
Estos grupos requieren atención especial, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) se calcula que:
1 de cada 10 adultos mayores sufre de maltrato, pero esta cifra podría ser aún mayor porque se estima que sólo 1 de cada 24 casos se denuncia.
Las estadísticas no son alentadoras con la infancia, el 62 % de los niños en México ha sufrido algún tipo de maltrato esto según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Toda persona es importante y todos jugamos un papel relevante: una sociedad que no cuida a sus niños, niñas y a sus adultos mayores es una sociedad deshumanizada, una sociedad sin presente ni futuro.
