Escrito por: Dra. Ana María Esquivel Hernández

En la última década se ha observado una transformación en la metodología para elaborar proyectos de prevención de las violencias y la delincuencia, concepto utilizado anteriormente como “prevención del delito”, aún lo encontramos presente en diversas instituciones en México. Esta transformación ha traído como consecuencia, la búsqueda de una homologación en los conocimientos de la materia, junto con lo anterior se manifiesta con la creación de una serie de cambios de paradigmas de seguridad pública a seguridad ciudadana y humana.

Este movimiento de conceptos y modelos de intervención los cuales proporcionan un sustento teórico a la prevención junto con la especialización de los que ejercen la materia, utilizando datos basados en evidencias, las cuales servirán para comprobar científicamente su eficiencia y eficacia para requerir su inclusión dentro de las políticas públicas del país.

La cohesión comunitaria es una figura que debe estar presente, partimos de la de tipo social, donde los integrantes de un grupo actúan bajo un consenso común, por lo que al tener esta línea de actuación se puede pensar en buscar de forma contundente este tipo cohesión concebida como el proceso integral mediante el cual las personas y las comunidades alcanzan su máximo potencial.

En este contexto las políticas públicas deben de estar encaminadas a que busquen la seguridad de las comunidades desde los nuevos paradigmas, disminuyendo los factores de riesgo y favoreciendo los de protección. Ante esto es importante señalar el papel que ejerce un diagnóstico de tipo integral, ya que como menciona la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, 2015) este no solo busca los problemas de violencia y delincuencia, sino también los problemas y necesidades del territorio en cuestión, el cual cuenta con participación de la comunidad local.

En este orden de ideas el Manual sobre la aplicación eficaz de las Directrices para la prevención del delito elaborado por la Oficina las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito así como el Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad señala como uno de sus elementos clave para elaborar estrategias amplias y eficaces de prevención del delito, la prevención del delito basada en el conocimiento y esto implica el conocimientos sobre la incidencia y la prevalencia de los problemas de criminalidad lo cual nos lleva a recopilar información cuantitativa y cualitativa de una variedad de sectores presentes en la comunidad, con el uso de determinadas herramientas que nos permiten realizar un análisis de las condiciones que presenta la comunidad sin ceñirse únicamente a la información proporcionada por instituciones de seguridad u otras instancias gubernamentales.

Identificar y medir los factores que dan origen a la violencia y a la delincuencia en los sectores urbanos de intervención, así como las capacidades comunitarias para la prevención, nos permite plantear alternativas y propuestas ajustadas a la realidad territorial; lo que se traduce en un diagnóstico, dentro de la metodología, es indispensable que contenga una marcha exploratoria de seguridad, en la que se puedan utilizar tecnologías de la información como son: levantar mapas utilizando herramienta de Google para creación de mapas “Google My Maps”, uso de drones para recorrer la zona, analizar el grafiti, notas periodísticas de la localidad e identificar entre otros, todos aquellos elementos que desde la criminología sean entendidos como factores de riesgo y de protección.

Igualmente es necesario aplicar encuestas en el sector (bajo una muestra estadística), las cuales se hayan sometido a un proceso científico de validación y estandarización, realizar grupos focales a la población, estos bajo un modelo seleccionado; conocer los actores existentes en la localidad así como las estadísticas oficiales de delitos ocurridos en el periodo específico en que se realiza en diagnóstico.

En consecuencia se obtendrá una gran variedad de datos que nos permitirán realizar un análisis desde diferentes metodologías como marco lógico, teoría de cambio, foda cuantitativo; etc., en el contexto local, conociendo los diversos problemas que pueden influir en la comunidad para desembocan en problemáticas de seguridad y violencia, los cuales permitirán diseñar intervenciones adaptadas a la comunidad de forma focalizada para consolidar su cohesión comunitaria de forma sostenible en el tiempo y espacio. Por lo que la contextualización a las problemáticas detectadas en un diagnóstico oportuno y científico, juega hoy un papel de gran importancia.

Analizar los factores de riesgo y protección desde una visión transversal, multidisciplinaria, interinstitucional y focalizada conlleva una enfoque holística de la comunidad ya que como mencionó el Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad en su publicación El papel del gobierno local en la seguridad de las comunidades realizada en el 2001, el análisis debe ir más allá de estos asuntos examinando, sus vinculaciones con un amplio grupo de otros problemas, tales como la vivienda, el empleo y el desempleo, el abandono escolar, las instalaciones para disfrute de los jóvenes y otros recursos comunitarios existentes.

Como resultado tendremos una base sobre la cual se pueden articular planes, programas y proyectos de prevención desde una visión científica, al poder monitorear, evaluar y auditar, los mismos, fortalecerá la confianza en la prevención y por lo tanto podrá impactar en una gobernanza (CEPAL 2007) positiva en el país concebida como la capacidad para formular y ejecutar políticas de manera efectiva, lo que hace necesario que las instituciones gocen de legitimidad.

Esta legitimidad se verá ampliamente favorecida al tomar en cuenta las normativas nacionales e internacionales en la materia, que si bien desde una política criminal se encuentran presente la prevención y la reacción, las decisiones en la materia que se tome dependerá, cada vez más de la aplicación del método científico, al permitir demostrar la eficiencia de cada una de las vertientes.

Finalmente es claro que tenemos muchos retos en la materia, pero también hay que reconocer los pasos que se están dando para solucionarlos por lo cual es importante seguir especializando a quienes están inmersos en el tema para demostrar que es más viable apostar a la prevención que a la reacción.

Referencias
Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad. (2001). El papel del gobierno local en la seguridad de las comunidades. Recuperado de:http://www.crime-preventionintl.org/fileadmin/user_upload/Evenements/20_ans_du_CIPC/Papel_del_gobernio_securidad_commu
nidades_SP_2001.pdf
, consultado diciembre 2018.

CEPAL, Cohesión social. Inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y el Caribe, Santiago de Chile, 2007. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/2834/S2006932_es.pdf, consultado diciembre 2018.
Manual para la capacitación en materia de prevención social de la violencia y la delincuencia USAID 2015, Recuperado de: http://mexicosos.org/descargas/dossier/estudios/guia_del_participante_para_la_capacitacion_en_PSVD.pdf, consultado diciembre 2018.
Módulo 4 Cohesión Social y Comunitaria, Diplomado de Prevención de las Violencias e Incremento de la Seguridad Ciudadana, Fundación Carlos Slim.

Last modified: septiembre 11, 2019